sábado, 6 de octubre de 2012

Pero... ¿quién debe?

Recientemente he asistido a una de tantas concentraciones-eco que han tenido lugar por España en solidaridad con quienes acudieron al Congreso el 25-s (es de suponer que no me refiero ni a los políticos ni a las fuerzas de seguridad). Quienes encabezaban el acto que secundé portaban un pancarta que rezaba "No debemos. No pagamos. Abajo el régimen". No me dejó impasible el cartel, fundamentalmente por las serias dudas que albergaba sobre las dos primeras oraciones y por el interés socio-político que le encontré a la última de ellas... La pancarta, en cualquier caso, me trajo a la memoria el último libro de David Graeber "En deuda. Una historia alternativa de la economia." Recomiendo con entusiasmo su lectura, si bien no en especial para momentos de digestiones y modorras densas. El amplísimo repaso histórico y antropológico que Graeber lleva a cabo se basa en una afirmación básica: el trueque nunca ha existido como estadio previo a las situaciones de intercambio comercial explícito e inmediato. Parece una construcción de los economistas, una especie de aserto incuestionable del que no hay ninguna fundaentación empírica. El escritor nos lleva a una nueva lectura de la historia de la economía, donde el aumento del poder político avanzó en paralelo al desarrollo del sistema comercial, de la acuñación de moneda y de la creación de la deuda, sustentada esta sobre férreos sentimientos muy próximos a los de la culpa moral y el pecado religioso. Lectura muy recomendable, con infinitas implicaciones y que replantea el dogma liberal de que la economía ideal es aquella donde la presencia de los agentes públicos y del gobierno se vuelven prácticamente inexistentes. Es tanto como afirmar que para que las redes sociales adquieran aún mayor repercusión se hace imperativo desmantelar todo el material informático anivel mundial.

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