viernes, 29 de enero de 2010

No será televisada...


Salinger ha muerto. La celebérrima novela El guardián entre el centeno se ha quedado huérfana. El culto hacia la novela coexistía pacíficamente con el oscurantismo que envolvía a la vida de su creador, del que apenas existían fotos, celosamente oculto y saliendo solo a la luz para denunciar intromisiones en su vida privada o la apropiación indebida de unos derechos de autor qe supuestamente legitimaban cualquier intento de desarrollar secuelas (tal y como sucedió cuando se intentó escribir una segunda parte del mentado relato). No en vano, la figura de Salinger se prestaba a todo tipo de elucubraciones calenturientas: ¿habría muerto? ¿estaría reencarnado en Thomas Pynchon? En cualquier caso, su obra más recordada sobreviviría perfectamente, al margen de las vicisitudes vitales de su creador. Quienes hemos leído El guardián hemos experimentado, en algunos casos, el regusto amargo de quien saborea un té ya oxidado: demasiado tarde. En efecto, pienso que hay un arco cronológico vital para una perfecta empatía con las pulsiones emocionales del protagonista, y que probablemente ronde los 14-18 años. En cualquier caso, la obra simboliza, como tantas otras hicieron más tarde, el despertar a la vida en la selva urbana, la ruptura de una inocencia condenada a alojarse, como apuntó Foucault, en cárceles y manicomios. Pero El guardián es mucho más que eso: es un grito de rebeldía desesperado, es la mirada en el espejo de la sociedad del niño que aún solo sabe decir verdades, es un certero precedente de ese Basketball diaries que hizo de Jim Carroll un mártir de la lírica alienada y urbana.
Descanse en paz. La muerte de Salinger, como su vida, no será televisada. Todos sabemos (gracias a Gil Scott-Heron) que la revolución no será televisada:

http://www.dailymotion.com/video/x28ijn_the-revolution-will-not-be-televise_music

La revolución no será televisada

No te podrás quedar en casa, brother
No podrás enchufar, encender y desenchufar
No podrás perderte en la heroína y evadirte
o ir por una cerveza durante los comerciales
Porque la revolución no será televisada

La revolución no será televisada
La revolución no te será llevada por Xerox
en cuatro partes, sin las interrupciones de los comerciales
La revolución no te mostrará fotos de Nixon
soplando una corneta y dirigiendo una acusación contra
John Mitchell, General Abrams y Spiro Agnew con tal de comerse
unas morcillas confiscadas en un santuario de Harlem
La revolución no será televisada

La revolución no te será llevada por el
Schaefer Award Theatre y ni por las estrallas Natalie
Woods y Steve McQueen o Bullwinkle y Julia.
La revolución no le dará sex appeal a tu boca
La revolución no te quitará las agujetas
La revolución no te hará lucir cinco libras más delgado
porque la revolución no será televisada, brother

No habrá fotos de Willie Mays y tú
Empujando aquel carrito de compras cuesta abajo en una carrera desesperada
O tratando de deslizar aquel televisor a colores dentro de una ambulancia robada
La NBC no podrá predecir al ganador a las 8:32
O reportar desde 29 distritos
La revolución no será televisada

No habrá fotos de policías disparándole
a sus hermanos en The instant reply
No habrá fotos de Whitney Young siendo
sacado de Harlem en un vagón con un nuevo procedimiento de etiqueta
No habrá cámara lenta o instantáneas de Roy Wilkens
Patinando a través de Watts en un liberador mono deportivo rojo, negro y verde
que él había guardado justo
Para la ocasión propicia.

Green Acres,The Hillbillies of Beverly y Hooterville Junction
No serán más tan puñeteramente relevantes, y
Las mujeres no se interesarán más por sí Dick finalmente se empató
con Jane en Search for Tomorrow porque los negros
Estarán en la calle persiguiendo un día más brillante
La revolución no será televisada.

No habrá titulares en el noticiero de las once
Ni tampoco fotos de mujeres liberales con los brazos peludos
Ni de Jackie Onassis soplándose la nariz
El tema de la canción no será escrito por Jim Web,
Francis Scott Key, ni será cantado por Glen Campbell, Tom
Jones, Johnny Cash, Englebert Humperdink, or los Rare Earth
La revolución no será televisada.

La revolución no ocurrirá justo después de una nota
sobre un tornado blanco, un relámpago blanco o un hombre blanco
No tendrás que preocuparte por una paloma
en tu habitación, un tigre en tu maletero o un gigante en tu inodoro
La revolución no se hará mejor con Coca-Cola
La revolución no luchará contra los germenes que podrían causar mal aliento
La revolución te pondrá en el asiento del conductor.

La revolución no será televisada.
No será televisada, no será televisada
La revolución no se postulará otra vez
La revolución estará viva.
.

1 comentario:

José Ignacio Mortilotti dijo...

Privacidad, intimidad ¿qué es eso?, que locuelo el Salinger...
Escaneres corporales para todos, más videovigilancia, más echelon.
El clip imprescindible y funkdamental.